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| Boeing 787 Dreamliner de Qantas, el mismo modelo en el que se realizan las pruebas. |
El vuelo QF7979 cruzó medio planeta, desde la capital británica hasta la ciudad más grande de Australia en 19 horas y 19 minutos, tres minutos menos que el primer vuelo de prueba, que partió desde Nueva York hace tres semanas. La aeronave tenía combustible para volar 1,45 horas más.
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| Qantas despues de las pruebas espera que se conviertan en vuelos regulares la conexión directa entre Sidney, Londres y New York |
El CEO de Qantas volvió a participar del vuelo de prueba, y al aterrizar dijo que a fin de año decidirán qué avión será el elegido para realizar estos vuelos, basado en las configuraciones técnicas, el precio de venta y las negociaciones con los pilotos, precisó Joyce.
“Y la orden de compra podría llegar en los primeros meses del año que viene”, dijo a los periodistas en Sídney, informa Reuters.
La idea de la aerolínea es que los vuelos sin escalas desde Sídney a Nueva York y Londres comiencen a operar en el 2023.
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| El recorrido realizado por el segundo vuelo del Proyecto Amanecer de Qantas |
Las opciones de Qantas:
A350-1000 de Airbus.
El fabricante europeo presentará la versión -1000 sin modificaciones, con una configuración de cabina premium que le permita llevar menos pasajeros, y optimizar el espacio para cargar más combustible
Boeing 777-8 y 777-9
Ambos modelos están teniendo más retrasos de lo esperado para poder tener luz verde para su operación, tanto con sus motores como con sus componentes en las pruebas de resistencia, ante esta situación los ejecutivos de Boeing propusieron una alternativa a Qantas, que le permitiría a la aerolínea realizar sus vuelos de ultra largo recorrido con otra aeronave hasta que el B777-8 esté terminado, el lanzamiento del B777-9 recién llegará para principios de 2021, y luego será el turno del B777-8.
Joyce no reveló cuál sería la aeronave que Boeing ofreció como alternativa. Según medios especializados como Simple Flying una opción sería el 787-9, como el que se están usando para los vuelos de prueba, con modificaciones para poder transportar a 250 pasajeros y con una capacidad extra de combustible.
Si el Proyecto Amanecer se retrasa hasta 2023, Boeing tendría tiempo de desarrollar un modelo mejorado para los intereses de Qantas.
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