El avión Pampa, emblema de Fadea, recién volvió a fabricarse a partir de la gestión de Cambiemos. |
Exdirectivos de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) de la época
kirchnerista son noticia en los Tribunales Federales de Córdoba por
supuestos delitos mientras ocupaban sus cargos. La fiscal federal
Graciela López de Filoñuk imputó a 13 exfuncionarios que desempeñaron
tareas entre 2011 y 2015 por administración fraudulenta en perjuicio de
la administración pública.
Además, fueron los alegatos en el juicio a Juan Carlos Giraudo,
exdirectivo, acusado de "usar empleados, servicios, materiales y
transporte de la fábrica" en beneficio personal.
Entre los acusados por López de Filoñuk -varios todavía no fueron
indagados, según indicaron fuentes de la investigación a LA NACION-
están los expresidentes de Fadea, Raúl Argañaraz, quien dejó el cargo en
2013, y Matías Savoca, quien lo ocupó hasta 2015, cuando la empresa era
gestionada por dirigentes de La Cámpora , la agrupación kirchnerista.
La imputación llegó a poco tiempo de que prescribiera la causa. La
investigación comenzó hace tres años y medio a partir de una denuncia de
Cristina Salzwedel, la primera titular de Fadea en la gestión de
Cambiemos. Se basó en una auditoría de Deloitte pedida por el Ministerio
de Defensa.
El balance de 2015 de la empresa cerró con un rojo de $1401 millones.
Ese año la fábrica estuvo virtualmente parada, pero pagó $33 millones de
horas extras y $14 millones por "servicios en comisión".
Fadea tenía a fines de 2015 unos 1700 empleados, de los cuales alrededor
de 600 ingresaron desde 2009, cuando la ex presidenta Cristina Kirchner
la reestatizó después de 15 años bajo la concesión de Lockheed Martin.
En 2013 la conducción de la empresa quedó en manos de La Cámpora.
"Descontrol administrativo; contabilidad opaca. Se utilizó a Fadea como
fuente de financiación de compras sin ningún beneficio y enormes
erogaciones", dice la auditoría. Ese reporte plantea la posibilidad de
"desvíos" por $300 millones.
El juicio a Giraudo, quien se desempeñaba como jefe del área de compras y
contrataciones de Fadea, es por usar las instalaciones y los empleados
de la firma para colocar un portón en su domicilio particular, un aro
como soporte para un horno chileno, confeccionar un trailer para
cuatriciclos, pintarlo, condicionarlo y trasladarlo en vehículos
oficiales.
La causa se inicia por denuncia de otros directivos. Giraudo está en
libertad. El fiscal Carlos Gonella pidió dos años de prisión e
inhabilitación absoluta por la causa en la que se acreditó que el
imputado llevó a un empleado de una contratista de Fadea a poner la reja
en su casa; en los otros casos pidió la absolución porque no se
comprobó de que el carro saliera de Fadea y en la instalación del horno,
fue pedido por el directorio para una casa alquilada para un presidente
de la empresa.
Nota tomada del Diario LA NACION
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