Según los informes, la Agencia Estatal de Seguridad Nacional de Bulgaria ha expulsado a dos diplomáticos rusos por recopilar información sobre la adquisición de aviones F-16 Block 70 por parte de los militares.
A la pareja se les dio 72 horas para abandonar el país de la Unión Europea, después de que Ivan Geshev, el fiscal búlgaro, alegara que habían estado buscando información clasificada sobre planes de modernización militar desde 2016. Los secretos de estado se recopilaron con la ayuda de dos ciudadanos búlgaros pasar a la inteligencia rusa.
La Fuerza Aérea de Bulgaria depende en gran medida de los aviones MiG-29, pero se espera que pronto reciba ocho aviones F-16 fabricados en Estados Unidos comprados en julio pasado.
Las relaciones de Sofía con Moscú se habían deteriorado incluso antes de las recientes disputas de espionaje después de que tres ciudadanos rusos fueron acusados por el intento de envenenamiento en 2015 de un fabricante de armas búlgaro, Emilian Gebrev, su hijo y otro socio.
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